Como ha sucedido antes, estas segundas partes nunca son planeadas, van saliendo con la coyuntura.
Pues bien, la noticia post-mundial fue nuevamente el encuentro entre el presidente y el DT de la selección. El evento en si ya es discutible, la celebración y la parafernalia solo se justificaban en subirse a un carro de popularidad que es parte de una ambición por el poder blando que genera el futbol. Parte del circo distractor que a los gobiernos incompetentes le son tan asiduos y donde las manos de la UDI quieren llegar así como lo hicieron en las poblaciones más pobres del país.
El saludo en si fue un saludo frio, esquivo, pero al final de todo, un saludo. Luego se suceden las interpretaciones maliciosas, la exageración y la envidia de la gente de derecha por el cariño que existe entre la ex-presidente Bachelet y la selección de futbol. No es exclusiva a Bielsa, como puerilmente replicó el alcalde de Ñuñoa, y sus pares de coalición que a coro repetían hasta el cansancio la frase “lo cortés no quita lo valiente”. Era tan débil el argumento, que solo repetían lo que les parecía la frase más marketera y finalmente cayó en el sin sentido.
Bielsa, como muchos argentinos no es un cínico, como muchos chilenos. He ahí el escándalo sin sentido, son cosas de naturaleza de las personas que los cínicos no tienen en su cabeza, para ellos Bielsa debería haber fingido un gran abrazo y todos contentos, supuestamente. pero el hombre le dio la mano, fríamente, no era para más, no se iba a prestar para ese sobajeo de espalda propio de los patrones de fundo cuando el peón ordeña bien la vaca.
Y porque? Porque Bielsa es un hombre de futbol, en múltiples ocasiones se ha referido en que es un deporte que le da alegrías al pueblo, no a los empresarios ni a los especuladores. La presidenta Bachelet le dio el apoyo al deporte, al futbol y a la gestión realizada por Mayne-Nichols en el mundial femenino y la construcción de los estadios. Ahí nace la buena relación que no tiene porque heredar el nuevo presidente y sus asesores quienes tiene una relación con el deporte meramente económica.
Yo apoyo a Bielsa, considero que es una excepción dentro de los entrenadores que han pasado por el país y sus frutos se ven, es un lujo tenerlo a cargo de la selección nacional y es de esperar que su trabajo continúe, que no se deje llevar por un medio chaquetero y amarillista y puede darnos las alegrías que nos son tan esquivas. Al final, cuando alguien trabaja bien, honestamente y sin cinismos, se agradece y se valora.
1 comentarios: on "BIELSA (II)"
ojala la "politica" no lo logre sacar.. pq por mas que millones de chilenos lo quieran dirigiendo la selección, los tipos con el poder pueden parar todo, y luego maquillarlo con algún discursillo barato
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