He terminado de leer un libro. Hace mucho que no lo hacia, un ejercicio que sin duda el uso de internet y de las fuentes de información digitales me ha distanciado, pero que los recientes largos viajes al trabajo me han devuelto, cuando dormir no es opción ni menos escuchar conversaciones ajenas sobre trivialidades varias. (para eso están los audífonos también, pero juntos funcionan mejor).
El “elegido” en esta ocasión fue el libro publicado en 2009 por el sociólogo, escritor y comentarista Fernando Villegas titulado “Ruego a usted tenga la bondad de irse a la Cresta”, versión cuneta, prestado por un amigo. Punto aparte aquí para el pirateo de libros. Me pregunto porque las editoriales no atacan esta situación, que las afecta solo comercialmente y se la juegan por proveer de lectura a los que por opción prefieren comprar un libro copiado. Deberían tener versiones de bajo costo, casi similares a las de cuneta, que pudieran adquirirse de manera legal y a un bajo costo. Los usuales compradores de libros no comprarían estos ejemplares de clase B, porque se les saldrían las hojas, vienen en papel de roneo, tapas blandas, etc... Quizás es algo idealista de mi parte, pero he visto que se hace con algunos títulos como el ultimo de Stephen King, que conté al menos 4 ediciones, desde una de bolsillo a 3 mil pesos a una de tapas extra duras con un valor sobre los 12 mil.
Volviendo al libro en cuestión, el titulo no sorprende, claramente viniendo de alguien como Villegas, estandarte del sarcasmo y de la no-complacencia, acostumbrado a sacudir con sus sinceridades las solapadas líneas editoriales o estándares del medio.
El libro trata, en sus casi 230 paginas, acerca de la variada fauna chilena y sus ejemplares más diversos, desde las clases mas acomodadas hasta los menos afortunados, de manera transversal, diagonal, vertical, horizontal y con una precisión descriptiva que ya se la quisieran muchos, incluyéndome. Suele ocurrir en ciertas ocasiones tener esa sensación de que alguien transcriba de manera textual aquello que uno piensa y que no puede describir por mas que fuerce el lenguaje. Uno lee tal frase y dice “exacto!!”.
Ya comenzó la 29a Feria del Libro de Santiago, y si tuviera que recomendar una lectura, seria este trabajo, que puede ser por momentos liviano de leer, cómico en varios pasajes y con una conclusión que no deja indiferente. Es bueno revisar a veces los personajes del entorno, como se van repitiendo y desarrollando ciertos estereotipos bastante despreciables, como también los he tratado de describir en este blog, y con quienes uno se encuentra día a día, en la micro, el metro, el mall o que se yo,. Estoy mas que seguro que Villegas tuvo que sentarse en un patio de comidas a observar la fauna, es un ejercicio fascinante que los invito a practicar, debe ser una de las pocas ocasiones donde tantos personajes diversos se reúnen a realzar una actividad tan común como comer, y se muestran en su esplendor máximo, con virtudes y defectos. Aunque esto varia también dependiendo del Mall donde se encuentre, pero se podría decir que todos las “especies” sucumben ante los combos y promociones que agrandan tu bebida por 200 pesos.
Quizás dé para un estudio sociológico aparte, o alguna analogía acerca de como la comida chatarra pasa a definir una sociedad cada día más vacía, superficial y monotemática, centrada en los conflictos más mínimos y miserables. Cita Villegas, al final, la llamada “revolución cultural”que trajo supuestamente el uso masivo de Facebook, Twitter y demases, ninguneándola de inmediato al no tener siquiera un atisbo revolucionario, desde una perspectiva histórica del termino. Una sociedad como la nuestra, centrada en los problemas mínimos, cotidianos y hasta vulgares fomentados por los medios (en especial los noticiarios, matinales y LUN), donde 3 personajes se dan el lujo de llevar mas de 8 meses en una campaña sin proponer una idea concreta, y sin embargo con una cobertura mediática sin parangón (ya me referiré a los periodistas, les tengo prometido un post), etc... es muy poco probable que en algún momento pueda rebelarse ante el sistema y forjar un futuro sano y alejado de toda ambición, de toda prisa sin sentido, de toda moda, tendencia o modo de vivir falsamente idealizado.
Seria desconsiderado de mi parte adentrarme más en los temas que se tratan, por lo que si usted es un interesado en la sociología o antropología urbana (o zoología humana), este libro debería estar en su repisa favorita, su velador, su bolso de viaje, etc., De todas maneras, búsquelo, cómprelo, legal o versión cuneta, compártalo y disfrútelo.
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