La Botica Salcobrand
Huérfanos esquina Morandé, Santiago Centro.
Me parece noble el respeto por un edificio antiguo en el tratamiento estético exterior, en la gráfica publicitaria, no tan invasiva y colorinche como acostumbran a ser las farmacias. Acá se mantiene la sobriedad en el uso de los colores y el tipo de letra usado.
Interiormente existe una preocupación por rescatar el mobiliario del siglo anterior, manteniendo la sobriedad de afuera, con pequeñas pizarras mostrando las 'ofertas del día' escritas con tiza. Esta preocupación alcanza incluso para un mini-museo con cajas registradoras, balanzas y equipos de la época.
Se valora que, si bien es parte del abuso publicitario del bicentenario, se haga con un fondo, con un contenido, con ese rescate patrimonial en los detalles. Debe ser una idea carisima y poco replicable en la ciudad, pero para el ciudadano de a pie es una grata sorpresa, para detenerse al menos a observar.
La esquina no es la mejor para tal iniciativa. Y esta por verse si con el tiempo logra mantenerse o el proximo sera una farmacia más. Ademas falta una placa con los autores del proyecto afuera.